Venezuela, mi patria querida

Antes de salir de Venezuela pensé en algunas cosas que posiblemente serían famosas fuera de mi país. Pensé por ejemplo en Simón Diaz uno de los cantantes de música venezolana, hasta donde yo creía, más conocido internacionalmente. El famoso y versionado tema de Caballo viejo no tiene tanto alcance como yo imaginaba, por lo menos en los lugares por los que he pasado.

Simon Diaz es de viejos, pensé, capaz por eso no lo conocen pero es que ni a Los Amigos invisibles (mi grupo favorito) que son más modernos. Bueno, supongo que ahora más gente los conoce porque no me canso de mostrarlos.

Creí que éramos famosos por el ron, el chocolate y las arepas pero la verdad es que no exportamos esos productos y aunque tenemos uno de los mejores rones, el cacao por el que Suiza es famosa por sus chocolates y las arepas que al parecer son el mejor desayuno del mundo, casi nadie los conoce.

La verdad, no muchas personas conocían algo de Venezuela antes de Chávez. Escuchabas alguna que otra anécdota de europeos preguntándole a los venezolanos cual es nuestro idioma oficial, si tenemos televisión y un demente que te da un paquete para que se lo entregues a alguien que vive ahí, cerca, en São Paulo. Después de Chávez todo cambió, desde los más cultos hasta los menos interesados en el acontecer internacional, todos conocen a Chávez. No es actor, no es artista, no es músico, es Chávez, nuestro carismático expresidente.

No me había dado cuenta del alcance de El Comandante hasta que empecé a viajar por Suramérica, acto seguido al decir que era de Venezuela:
Venezuela... Chávez?, mmmm, no, se murió, no? Maduro? Maduro que está verde o si se pudrió (chiste demasiado malo). No soy de hablar de política, generalmente evito el tema, y es que vengo de Venezuela y ahí eres oficialista o de oposición y con tu posición arrastras todo. No hay chavistas que hablen bien de la oposición o de los gobiernos anteriores y no hay personas en la oposición que reconozcan cosas buenas en el chavismo. Yo soy la del medio, de los mal llamados "ni-ni": ni lo uno ni lo otro y eso es difícil de explicar y difícil de entender, no me interesa convencer a nadie ni quiero que nadie me convenza, he ahí el problema.

En Belo Horizonte, la capital del estado de Minas gerais, Brasil, fuimos a una fiesta en la que habían más chavistas que venezolanos (nosotros éramos los únicos venezolanos no chavistas). Quedamos como los hijitos de papá y mamá, burgueses y sifrinos porque nos dio demasiada ladilla adentrarnos en una discusión política con izquierdistas que adoran líderes de lugares que ni han pisado. Era caer en la interminable conversación de lo bueno y lo malo, de la izquierda y la derecha, del comunismo y el capitalismo, viniendo de un país de contradicciones políticas.

Otro tema recurrente es lo de las mujeres más lindas del mundo, resulta que Venezuela encabeza la lista de las "global beauties" siendo el país con más mujeres ganadoras en concursos de belleza, teniendo, inclusive un Récord Guiness del país con más reinas de belleza que ganan el Miss universo y el único en ganarlo dos veces consecutivas. Sí, hay mujeres lindas en mi país, pero como un amigo dice: "en Venezuela están las mujeres más lindas pero también las más feas".

La verdad que eso no es tan bueno como parece, muchas de las misses no nacieron lindas sino que se obsesionan con un estereotipo de belleza dificilísimo de alcanzar por el que pasan la vida entera sufriendo para sentirse lindas. Por eso también somos uno de los primeros países en el que las mujeres se hacen más operaciones estéticas en el mundo y hay un Reality show del Miss Venezuela.

Sí, en Venezuela la gasolina es más barata que el agua, y por mucho. Las personas se impresionan cuando les haces el cálculo en la moneda local. Ese tema puede llegar a ser polémico, pero una cosa es cierta, la gasolina es subsidiada por el gobierno y sí, es la más barata del mundo pero no lo son los taxis, el transporte público y los repuestos del carro. Pero, bueno, como dije, puede ser un tema polémico sobre todo cuando se politiza.

Ahora también somos conocidos por la inseguridad. Los secuestros, los robos y la delincuencia son temas comunes en las conversaciones del venezolano con el resto del mundo. Todos, o la gran mayoría, por lo menos en Caracas, mi ciudad, han sido robado, secuestrados o víctimas de sobornos por parte de la policía. Hay más muertos por fin de semana que los de un país en guerra, todo el que quiera le es fácil conseguir armas y la impunidad de los crímenes es pan de cada día. Caracas está catalogada como la ciudad más peligrosa de Latinoamérica y cada día aumentan más los índices del hampa. Lastimosamente es verdad y no te habla uma paranóica sifrina. Lo bueno de todo esto es que haber vivido en Caracas te entrena para cualquier ciudad, por lo menos con respecto a estar alerta, escondites para el dinero, a quién preguntar qué, em qué lugares es mejor no meterse, problemas con el transporte público, cosas con que distraerte em las colas, etc.

Y como en todos los países, al menos, los que hablamos idiomas derivados del latín, tenemos nuestras jergas (variedad linguística del habla que tiene como objetivo transformar el significado real de las palabras a conveniencia y necesidad). Como todavía no me curo de mi nacionalismo errante creo que en Venezuela tenemos demasiadas jergas, demasiadas palabras que sólo un venezolano entendería. Me ha pasado que personas que hablan español no comprenden lo que digo. Una vez alguien me preguntó si allá en Venezuela somos los que le decimos mata, matica a todos los árboles, sí, esos mismos. Yo vivo de la mata de mango a la izquierda. Otros vienen a usar mal las jergas o te llaman de chama, pana o vaina. Vaina, arrecho, pana, nahuevonaáh y chamo son palabras que merecen su propio artículo.

Eruditos en la música reconocen que en Caracas se inventó un ritmo único en su estilo, el merengue caraqueño o hacen referencia a Oscar de León como el Faraón de la salsa. Sí, Oscar de León es venezolano.

En Argentina Catering Fullop es más famosa que en Venezuela.

Las arepas son venezolanas, no importa lo mucho que insistan los colombianos.

Lo único que se produce en Venezuela es petróleo, y no, no se come, no nos cura enfermedades ni nos enseña nada.

Nuestra costa (el norte del país desde el este hasta el oeste) es mar caribe, encontrando playas hermosas, archipiélagos, islas, bahías, playas con montañas, con clima caluroso y agua relativamente caliente (de 21 a 30C dependiendo de los meses del año). Playas venezolanas han sido reconocidas como de las mejores del mundo, sólo ver Los Roques, Morrocoy y Mochima y no quedarán dudas.

Turísticamente, mi páis tiene paisajes alucinados, playas espectaculares, medanos, nieve, montaña, ciudad, selva, sabana, llanos, ríos, cascadas, tepuyes, archipiélagos, islas, península y paisajes que juntan varias de esas cosas, es un país hermoso, como muchos otros, pero sin puestos de información turística, un sistema de transporte malísimo, y una infraestructura turística inestable y de dudosa seguridad o muy cara. Con el control de cambio cualquier moneda es fortuna y si eres medianamente malandro puedes pasar unas buenas vacaciones en Venezuela y hasta intentar montar algo. No recomendable para trabajar allá, aunque con los papeles no tendrás problemas, el problema es el salario, a menos que seas ingeniero petroquímico.

Si colocas Venezuela en Internet las noticias son contradictorias, supuestamente es uno de los países más felices del mundo, pero a su vez está entre los más corruptos, mayor inflación y más violentos. Y es que así somos, contradictorios, tenemos un muy buen sentido del humor aunque estemos en crisis.







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