El dilema de las redes.

 Desde hace un tiempo estoy preguntándome sobre el impacto que las redes sociales tienen en mí y en los temas que últimamente están sobre la mesa. Últimamente siento que en cuestión de minutos paso de una conversación amistosa a una discusión acalorada con argumentos como memes, titulares de noticias o el último video que yo no vi. Me ha pasado con gente más joven y con gente más vieja. Por supuesto que pensé que algo tenía que revisar en mí.

Ciertos temas han salido a la luz con mayor fuerza en los últimos 5 años: racismo, aborto, feminismo, transexualidad, abuso sexual, entre otros. Llevo 2 años desde que salí de Venezuela, y muchos de esos temas eran nuevos para mí. Ya no, ya he hablado bastante al respecto. Al principio pensé que eran temas de la cultura brasilera. Me costó para percibir y entender que son aspectos que también viví en Venezuela y ni me había dado cuenta de que eran síntomas de un problema social.  

No quiero detenerme en este punto, por demás importante, pero que da para más de un artículo y también porque prefiero seguir con una conversación amistosa para entrar en otro tema que me genera cierta ansiedad: las redes sociales. Hace poco vi el documental El dilema de las redes, en el cual no sé si creer porque parte de un discurso en el que todo es falso. Algo así como que estamos dentro de la Matrix y ni siquiera nos hemos enterado.

Después de verlo sentí que respondió a algunas cuestiones que venía analizando, incluso el tema de las últimas discusiones. Lo comenté con algunas personas y vi que no estábamos en la misma página, escuché comentarios como: “bueno, eso es la gente, yo controlo mis redes sociales, sólo veo lo que quiero ver” o “eso de los algoritmos es demasiado complicado como para perder tiempo en pensar en ello”. Gracias a mi insistencia conseguí colocarlos en situaciones cotidianas en las que las redes sociales han influenciado su comportamiento. No fue tan difícil llegar ahí.

Piensa por un momento la última discusión que tuviste, aquello que defiendes, revisa si tus argumentos no vienen condicionados por lo que aparece en tu feed de noticias. Por los algoritmos que se van generando en tus redes sociales que usan tu información personal, las fotos a las que les das like, el tiempo que pasas en cada foto, las cosas que compartes, etc. Si no tomamos conciencia podemos terminar creyendo que la tierra es plana.

Siento la necesidad de hablar sobre este tema, cada día veo preocupada que me alejo de los ideales, o creencias que las personas a mi alrededor van formándose por no contar con argumentos suficientes para defenderme, como si tuviera que luchar para dejar claro que no soy racista, machista, capitalista, comunista o cualquier ista que se refuerza cada vez que abrimos Instagram. No soy de luchar, nunca me ha parecido el camino, respeto y hasta he llegado a admirar a las personas que se toman en serio sus batallas, pero de ahí a tener que hablar con pinza para no herir susceptibilidades cada día más delicadas o delirantes, me preocupa.

Quien me conoce sabe que puedo llegar a ser bastante insistente con el tema del consumo de plástico y sus consecuencias. Por consiguiente, parte de la información que me presentan los algoritmos son alternativas al plástico o plástico every where (incluyendo dentro de los peces, ahorcando una tortuga o formando una isla en el medio del océano). Fuera de las redes percibo cómo la gente compra sin medidas productos plásticos, cubiertos con plástico y transportados en bolsas plásticas, se toman un cafecito en un vaso plástico de un solo uso, la otra vez vi unas bananas en una bandeja de anime (isopor, tergopol) cubierta con envoplast (papel film, plástico para embalar). De lo más deprimente que he visto. Me sorprende cuando la gente compra agua sin culpas y un gran etcétera que llega a preocuparme más de lo que puedo ocuparme. ¿Estoy loca? ¿Estoy siendo exagerada? ¿A nadie le importa? ¿No ven todas las consecuencias del uso indiscriminado de plástico? No, Michelle, no lo ven, no siguen cuentas que les lavan el cerebro. Una vez hice un intento, digo un intento porque no lo hice todos los días del mes como lo había propuesto, de reto para disminuir el plástico en nuestra cotidianidad. La gente se sorprendía al darse cuenta que las esponjas de lavar platos son plásticas y no son recicladas o no sabían que existen alternativas a las toallitas femeninas. En fin, yo estoy clara de que no somos los culpables ni pienso que nuestro granito de arena cambie el mundo, pero esa es mi lucha (todo lo que estoy escribiendo está exagerado con propósitos ilustrativos). En pocas palabras, quise poner un tema cualquiera para entender el efecto de la información que nos traen las redes sociales.

Imagina que eres un gay que no ha salido del closet, una negra pobre, un sirio, un musulmán, un israelita, una indígena, un hombre blanco. Cada uno de ellos tienen un feed de Facebook, Instagram o twitter diferente, lleno de información que se deriva de sus likes, de la información que han compartido, el tiempo que gastan viendo cada información, las búsquedas en Google, etc.

Los seres humanos buscamos ser parte de un grupo, nos sentimos fuertes al defender lo que nos afecta, sobre todo si tenemos apoyo, si detrás de nosotros descubrimos que hay un montón de personas que defienden los mismos derechos o temas. Podemos sentir rabia, indignación o desprecio por los que piensan diferente, incluso por aquellos que no tienen una posición definida ante algún tema por el que has estado luchando. En las redes sociales estamos todo el tiempo recibiendo estímulos que van incrementando el sentido de pertenencia, el orgullo, la dignidad, el desprecio, la rabia, enojo, etc.  

Yo soy la del medio, no me gustan los radicalismos, en su mayoría, entiendo y respeto las luchas de todos y los logros y cambios que se han creado en la sociedad por esas luchas. Estoy agradecida y las creo necesarias. Lo que estoy escribiendo no desmerita todo lo que se ha hecho y los privilegios a los que yo he accedido gracias a eso. Ser la del medio no necesariamente tiene que significar estar del lado del opresor, del patriarcado o del capitalismo, no, capaz es solo no querer entrar en todos los conflictos y en todas las luchas.

Y por último, un detallazo importante, en este plano la gente anda peleándose por una división creada por unos algoritmos (no son los responsables de todo y había división antes y luchas legítimas, pero para hacer el cuento corto) y en otro plano hay una gente haciéndose cada día más rica. Ellos van a poder manipular los algoritmos a su favor y es posible que ni nos demos cuenta. Conciencia. No es un post para discutir posiciones políticas ante ciertos temas, es un llamado para concientizar el uso de las redes sociales y el impacto negativo que ya está teniendo en la sociedad.   

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